El Atlético de Madrid sufrió en el derbi una pérdida importante a los 20 minutos. Reinildo Mandava sufrió una torcedura espeluznante de rodilla que le llevó a abandonar el terreno de juego en camilla y entre lágrimas. La primera exploración reveló un esguince articular en su rodilla derecha. En una acción en la que trató de proteger el balón para que no llegara a Valverde, se le engancharon los tacos en el césped y se le fue la rodilla. Se quedó tendido fuera del campo, retorciéndose de dolor y sin poder contener las lágrimas del dolor.
Los servicios médicos rojiblancos no tardaron en llegar para atenderle y rápidamente se percataron de que no podía continuar. Las imágenes no dejaban lugar a dudas. La lesión no pinta nada bien para el mozambiqueño, el mejor defensa con el que cuenta Simeone.
Sin poder andar, tuvo que marcharse al vestuario en camilla, recibiendo en el banquillo el cariño de varios de sus compañeros. Las pruebas revelarán el alcance de la lesión, que apunta a ser de larga duración. Sin duda, será una de las bajas más significativas que pueda tener el Atlético en las próximas jornadas, dada su determinación en los últimos encuentros, en los que parte de la mejora colchonera era responsabilidad suya.